Tu perverso cuerpo,
como fresno sagrado.
Labra mi piel,
cual runa de Odín.
En tus cabellos malditos
de insaciables rojizos
Loki envenenó mi carne.
Perfecto, inquietante
¡tan jugoso!…
Cabalgas bahía adentro,
desembarcando tu nave,
con esmero sortilegio.
Impetuoso Thor,
inundas mi sexo,
con tu hidromiel.
Portadora de victoria,
descubro tus ingles,
con la violencia salvaje
de las Valkirias.
Mi fiel perverso,
lumbre, llama.
Te llevaré al Valhalla
dónde Freyra y su armadura
envidiarán
nuestra “Aurora Boreal”.
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