
¡Y las olas procaces!
Sorprenden
nuestros juegos.
Carnales, indiscretos.
Ojos de arena
Lánguidos, altivos,
intensos, hermosos.
Besos de arena
por mi espalda,
en mi cuello.
En mi pecho sembrado.
Flamea mi piel, tu piel.
Calor, sol, destellos…
Dedos de arena,
atraviesan mi ombligo.
Creando dunas de hambre,
entre mis ingles.
-¿Pueden vernos?
Tu deseo me ahoga.
Me transforma en agua.
En sexo,
en la arena.


No hay comentarios:
Publicar un comentario